Con la arena de almohada

No sé cuantas veces camine hacia el agua
con nada más que piedras en los bolsillos
buscando cerrar los ojos
y ser azuzada
por la voz antigua
de viento y sal.

Me sumergí...
Deseando limpiarme de mis memorias corruptas
de mis pecados inocentes, pero egoístas
de mis omisiones y negligencias...
De toda esa violencia contra mí misma
que muchas veces justifique en nombre del Eros
pero que sólo era yo al final del día
mutilandome a mí misma
buscando pertenecer a algo
mientras me desnudaba deseando fraguarme
y sucumbir al Thanatos.

Todo ha acabado...

No tengas miedo si no vuelvo
porque ya no me estoy hundiendo
solo...
estoy dejandome llevar
Y ya no hay culpas
ya no hay voces de reproche
o hay contrafactuales...

Desde el fondo
la luz iridiscente de la superficie
parece el paraíso
y las voces parecen un coro de serafines
Desde el fondo
sonrío
con la arena de almohada
coronada de corales
con el titulo de Alfonsina...


Estoy rota
Yo...
(suspiro)
Lo sabes
No hay nada que ocultar
Ya no hay nada de mí
(creo a veces)
Nada que pueda esconder
que una buena pregunta tuya no pueda develar
Yo...
Estoy tan cansada de esconder
de fingir para llegar ser
estoy tan dañada por los otros
y tu lo sabes
sabes de que esta hecha cada piedra
que guardé en mi bolsillo
mientras el agua llenaba
de un grito mis pulmones.

Me viste morir muchas veces
y volver como una especie de retornado
cada vez más muerta que viva
cada vez más vacía
con los ojos cosidos
y la sonrisa bordada
Ahorcada por aquellos murmullos inconexos
de diálogos y teatro de actores familiares
y los monólogos de coautoría propia
cargados de culpas, melancolía y ecos pretéritos.

Gracias por haberme dejado dormir
Gracias por haberme dejado morir
mientras con la arena bajo tus pies
en vigilia, con el agua hasta los muslos
estabas listo para cuando era suficiente.

Gracias por tanto
Perdon por lo poco


- Ally


And it's over
I'm going under
But I'm not giving up
I'm just giving in

Fluir de la conciencia en luna roja

Sé que tengo tatuada una sonrisa estúpida
cada vez que estoy contigo...

Estoy acá
intentando escribir lo bien que se siente
Pero los recuerdos entorpecen las palabras
Nublan la mente
Secuestran estas rimas
Distrayendome en tu risa
Ese... roce de tu rodilla con la mía
Tu perfil en mi regazo
Mis dedos arando tu cabello en una caricia
Tu respiración calmada
Tus ojos cerrados...

Soy un rehén...

Siento aquella soga
aquella soga que no aprieta
de comisura a comisura, dulce, entre los dientes
quemando el pecho a hierro vivo
apretando el estómago
apropiandose del vertigo
Dibujando los más iridiscentes nudos
sintiendola morir plácida en alredor de mis tobillos
Ese yugo que horada cada uno de mis sentidos
Le escucho trenzada de carcajadas
Tomando el control sobre cada gesto
de cada palabra
dominando esta piel que no sabe de distancias
que no sabe de mesura
Desorientadome
Dejándome a oscuras
no tengo miedo
ahora sé que debe ser así.

En el tejado
danzas y observas la luna colorina
y mientras
a su vez te veo
(un suspiro cargado de culpa)
No puedo evitar sentirme estúpidamente sobrecogida
incómodamente radioactiva
irracionalmente risueña
apoyo mi cabeza en tu hombro
no hay frío
no hay dolor
no hay vacío
Solo tu voz transformandose en calor vaporoso
en saumerio por los pasillos solitarios de mi alma
purgando estos demonios
que desde un tiempo para acá
también soy yo.


0.5 g

A veces quisiera perderme en el humo de medio gramo
y deslizarme por el tiempo vaporoso
la lentitud de los segundos
mientras la música me azusa
apretando contra sí
mi yo líquido
mi yo incorpóreo
mi yo insípido
que se derrite en el sofá
que se desborda sobre las prosas
de este rincón taciturno
y se disuelve en la melancolía de las memorias
en soluciones acuosas de sodio y hiel
de azucar y risas
de sol y piel.

Cada acorde
Cada melodía
van haciéndome asintóticamente
inmaterial
fútil y atemporal
no hay nada de que temer
no hay flashbacks vietnam
y es inútil
resistirse a ese humareda azul
que viene para despojarme
de miedos, vergüenzas y mentiras
que viene a darme calor con un beso en la mejilla
y arroparme con canciones
adormecimiendo el alma,
los latidos
cerrando con sus labios mis párpados
labios cincelados de hielo seco.

Llévate con cada inhalación
esta sensación de ingrávido vacío
el agravio sufrido
Deshace con cada exhalación
la opresión volátil atrapada en mi pecho
Déjame abandonar la tiranía de la carne
que solo me arrastra y no me deja avanzar
Déjame renunciar a esta reminiscencia corrupta
de esta otredad tan familiar
Déjame esfumarme entre el ritmo y el humo
Déjame
así sea un instante
en un aliento
ascender
trascender
desaparecer.









Flores amarillas


La fecha, hora y lugar se acuerda
El dulce tic tac regresivo comienza
Acelerando los compases de los latidos
Picando dulcemente las manos
Dibujando esa sonrisa solitaria
Resignificando el vertigo
La espera por ti es...
Una espera que no sofoca
Una espera que no duele
Una espera que espero
Sin prisa y con calma
Suave, deliciosa y sutil
Pero que al mismo también espero...
Imperceptible.

No hay lentes de sol
ni ojos cerrados
ni oídos sordos
ni algodon
que me salven del sol de tu risa
de la intensidad de tus palabras
de los relatos que cuentan tus manos
de los ojos que muchos mundos han mirado
que muchas vidas han vivido.

E incluso...
Cuando crees que no brillas
resplandeces
y lo sé
desde que te conozco
que el azul puede ser también brillante,
me gustaría que lo supieras
(aprieto los labios)
me gustaría tanto que lo supieras...

No creo que esto llegue jamás a buen puerto
No creo que esto siquiera llegue a algun puerto
no obstante,
¿Puede alguien escapar al sol?
No se puede, no quiero
Prometo, quedarme tras las cámaras
Acompañándote desde la distancia
Escuchándote desde el divan
Y si me lo permites, cuidándote
Dándote un poquito de alegría
Dándote un tantito de felicidad
Encontrando cualquier excusa para reír
Encontrando cualquier excusa para tener otra palabra tuya
Encontrando cualquier excusa para tener otro mensaje
Encontrando cualquier excusa para tener otra historia
Saber como estuvo tu día
Saber como te sientes
con y sin kilómetros
Me gustaría saber algún día que te sientes bien...
(aprieto los labios)
Me gustría saber algún día que te sientes bien cuando te acompaño.

El dolor me ha forjado y templado
(taciturna)
me ha vuelto paciente
(permaneceré)
me ha vuelto contemplativa y agradecida
(acompañándote)
me ha enseñado a guardar en mi mente a las personas
(recordándote).

No es la primera vez que juro renunciar a alguien
Y no te voy a mentir
tengo miedo...
de como haces cuestionarme
lo que soy
todo lo que siempre desee
los planes que siempre quise
Pero por ahora y hasta que se pueda
quiero olvidarme de eso
déjame permanecer
déjame quedarme
déjame apretar las flores amarillas
contra mi pecho un poco más
déjame esperarte mientras llegas
con la falda de plato,
la sonrisa en los labios
y vestida de sol.





La casa del Lobo


Quisiera olvidar
todas las veces que prendi mi cesta de mimbre
para ir a visitar la casa del lobo...

Quisiera olvidar
Las veces que me desnudé entre el humo
y sangré en su divan,
Las palabras atragantadas dichas
La angustia conservada a salmuera degustada
Sus pupilas dilatadas y
mirada brillante frente a los relatos
Aquellos recuerdos
de 9 años de compañía con tu alma gemela
y 6 años con el amor de tu vida...
(información confidencial y privilegiada que usó probablemente para llegar a tí)
Y los consejos azules que me dejaban más preguntas que certezas.

En medio del humo y
la ambientación indicada para el momento
(ahora sé)
Tras la piel del amigable confidente
Sonríe soñadoramente
sin mostrar los afilados dientes
El lobo
(cuanta inocencia la del desesperado).

Él...
Que sabía lo que era perder
Lo que fue haber tenido
Y ahora prender las manos vacías,
Él que sabía lo que era
Alimentarse de la fantasía
para anestesiar el pesar...
El de las charlas elocuentes
El del humor inteligente
El que siempre tenía que decir algo que desconocía
Era normal, previsible, casi un cliché que...
El contorno de su sombra
En aquella caleidoscopica sala
Invitara a la familiaridad, la confidencia y al reflejo
Todo aquel lugar, todo él
Gritaba la promesa de un lugar para estar
Que yo tomé.

En tiempos donde el instinto solo es angustia, paranoia y dolor
era normal asfixiarle cuando comenzaba a gritar...
Me arrepiento tanto no haber sido
Ni lo suficientemente astuta
Ni lo suficientemente fuerte
Ni lo suficientemente perceptiva
Ni lo suficientemente incredula
Ni lo suficientemente mal pensada
Y haberle confiado mi risa
mi calidez
mi sofoco
y mi agobio.

En tiempos donde el instinto solo es angustia, paranoia y dolor
era normal asfixiarle cuando comenzaba a gritar...
Y quiero olvidar
(por dios, cuanto quiero olvidar)
Las risas, la familiaridad, aquellas visitas
Aquellas tardes de compañía y confidencias
Los almuerzos, las onces, los tés...
Aquellas amenas y banales conversaciones
Aquellas salidas artificiales y estridentes
En las que sin saberlo estaba siendo parte de un mal tercio
Sintiendome culpable de no dejarme llevar
Sintiendome culpable de pensar cosas que solo había
visto en mis noches de apnea y ataques de pánico.
Sintiendome culpable de esos episodios en que perdía mi absoluta fé en las personas
Quiero olvidar
Todas las veces que buscando refugio dormí entre los dos
(mis personas seguras)
sin saber que en un futuro todo ese teatro me mataría,
Me mataría...
Al igual que todas aquellas frases inconexas y carentes sentido
que ahora develada la mentira vuelven para estrangularme
Al igual que enterarme que muchos de los que ahora llamaba mis amigos sabían la mentira,
y que sus palmadas en la espalda
más que por aquella pena que claramente estaba pasando
venía cargada de esa condescendencia que se le entrega a los
animales de sacrificio
(y ahora lo sé también)
personas de sacrificio.

En tiempos donde el instinto solo es angustia, paranoia y dolor
Era normal asfixiarle cuando comenzaba a gritar...
Quiero olvidar
Todas aquellas caminatas al paradero
(por dios, quiero perdonarme)
Sintiendo que salía tambaleandome
Vaciada y ultrajada
Como si el roce de sus labios
en aquel beso en la mejilla de bienvenida familiar
hubiese estado saturado de rufi
Tambaleandome bajo el sol
Mientras me hechaba la culpa
Sintiendo una rara sensación en el pecho
Intentando llenar el vacío con música estridente
Intentando cubrirme del frío,
intentando limpiar la sangre, la sal y las palabras.





En tiempos donde el instinto solo es angustia, paranoia y dolor
Era normal asfixiarle cuando comenzaba a gritar...
Quiero olvidar
(Creo que es lo único que no puedo perdonarte)
Que todo este tiempo donde buscamos arreglar nuestra amistad
todo se construyó en cimientos podridos de omisión y teatro.
Que tú también fuiste cómplice
Siempre tuviste la información completa
Siempre...
No me duele que yazcas con el lobo
Tus motivos tuvistes y tienes para haberlo hecho
Tus motivos tendrás para hacer la vista gorda y seguir haciendolo
¿Reconfortándose en sus excusas de mi ser posesivo?
(me río)
El jamás entenderá que nunca fuiste (fueron) mía (mios),
y ahora que he sobrevivido a la masacre entiendo... que yo tampoco
lo que fuimos siempre fue demasiado abstracto de entender para cualquiera.
Lo que me duele es que dejaste que esto pasara
Y presenciaste todo esto
y ni los años,
ni el amor,
ni la amistad,
siquiera la empatía y/o lástima por la víctima
te dieron el poder suficiente para pararlo
Preferiste dejarlo estar
Preferiste tomar el rol espectador
y dejarte arrastrar por la negligencia.