Empedrados de vidrio


No quiero andar por las veredas del afecto
Como quien camina por empedrado de vidrio
Tirando una plegaria
Persignándome antes de surcar el pasillo
No quiero arrojarme con cautela en cada palabra al vacío
No quiero en cada proxemia saltar con moderación del precipicio
No quiero deslizarme discreta
Ni voladora
Con mesura
ni recato
Ni con la asertividad justa
Atendiendo al gesto certero
Precaviendo la caricia fría
A la espera de los paños fríos oportunos
Te acerco a mi pecho
No quiero devorarte.

Ocultando mi alma
No quiero ahogar tu epifanía
No era la revelación que estabas añorando
Ni la musa que ensoñabas
Si tan solo me viera…
Como se me escurre el azul de los ojos
Y me mancha las manos
Se me tinta la boca
Se me tiñen los labios
Comprendería…
Cada mácula sobre la palabra etérea florecida
Cada pecado revolviendo el agua embravecida
Cada mancilla engullendo el fulgor
Alimentando la sombra
Consumiendo
Conquistando
Desgarrando
Desmantelando
arrojando mis reflejos al abismo.