De fobias y fondos.

Mi mayor miedo es no avanzar.

Vivir una vida llena de fantasmas
Con un agujero en el pecho de forma tal peculiar
Que nadie pueda encajar,
Y quedar rota, como todos…
Ahogada en una interminable crisis
Mientras actúan que está todo bien
Que son adultos intentando ser funcionales
En los márgenes de su propia vida
Cuando realmente están en la interminable noche más oscura
Aferrándose a una ampolleta como polillas
Deseando sentirse vivos en la miseria…
Sintiéndose en la más completa y absoluta soledad
La miseria ama la compañía
Y estamos todos acompañados,
No obstante, sintiéndonos todos
Infinitamente desconectados…

Tengo miedo,
Miedo de no vivir intensamente
Miedo de que el vertigo antes del arrojo me consuma
Miedo de sentir que soy incapaz de leer a la gente
Miedo de cometer los mismos errores y que la gente pague por ellos
Miedo se darme cuenta de que he perdido
la capacidad de azuzar con las palabras
Miedo de que sea verdad las cosas que dije que no podía hacer
Miedo de ser canibalizada por mis propias melancólicas memorias
Miedo de que el agujero se fagocite y crezca, crezca
Hasta quedar como una luna de un filme post apocalíptico
Rota, decadente y sin brillo
Flotando en la más dantesca oscuridad nocturna.

Tengo miedo de que al final de la existencia
haber desperdiciado mi vida por un romanticismo
Que escapa de la realidad
Y darme cuenta al mismo tiempo que
la realidad se escapa furtivamente del romanticismo
Y que como una niña que se entera que Santa no existe,
La conexión, las almas gemelas, los finales felices
Aquellas ensoñaciones que tanto apreté suspirando contra mi pecho
En mi más dulce adolescencia
Vestida de amarillo vistiendo una falda plato bajo el sol sureño
Finalmente, no sean verdad…

Quiero creer
Necesito creer que…
aprendí de este inmenso dolor,
Que todo precio debe ser pagado
Y que yo ya he puesto mi pie
Que frente a esta oscuridad y vacío
Que mancha y siento bajo mis pies
El fondo,
Solo queda  
Ascender.