Mi café (aunque no tomo café, ni tampoco eres mía)

Desperté encandilada con el sol fulgiendo en tu tes morena
Te dibujé en silencio  
haciéndote un desnudo con letras
remarcando tus curvas con ritmos
para retratarte en estos versos.

Un privilegio contemplar
la danza pretérita tornasolada
del sol contra tu ancestral y sureña tes
podría abrazarte contra mi pecho cada mañana
con el despertador dulce de tu risa vibrante
refugio de tu tímida modestia
y cubrirnos con tu presencia etérea
para verte partir y regresar en forma de epifanía voladora.

Te compongo,
estoy tan contenta de que te encuentre el sol a mi lado
trayendo aires de nuevos paradigmas
una nueva y pretérita forma de hacer las cosas
nuevas mundanalidades
pero con más alma
y una pisca más de corazón.

Podrías ser mi café
Amargo
Caliente
y reconfortante
(que aunque no me gusta el café)
(aunque te quiero sin desear poseerte)
podría aprender a disfrutarlo (te)
aprendería a quedarme en vela
y te bebería mil y una vez
solo si así pudiese fundirme con tu calor.